martes, 25 de marzo de 2008

Oliva Sabuco de Nantes


“La imaginación es un afecto muy fuerte y de grande eficacia. Es general para todo, es como un molde vacío, que lo que le echan eso imprime. Y así, si la imaginación es de afecto que mata, también mata como si fuera verdad. Y por esto mueren algunos de sueños, soñando cosas que les quitan la vida”.

De vez en cuando no viene mal hablar de alguna filósofa. Esta semana el blog contará con la presencia de una filósofa española renacentista: Oliva Sabuco de Nantes.

Nos cuenta José Biedma, en Cibernous, que más allá de las crestas azuladas de las sierras de Cazorla y Segura, en Alcaraz (Albacete), el 2 de diciembre de 1562, nació Oliva, hija de Francisca Cózar y de Miguel Sabuco, boticario y letrado. Tomó apellidos literarios de dos madrinas, así que su obra, la Nueva Filosofía de la Naturaleza del hombre, salió en Madrid en 1587, "escrita y sacada a la luz" por doña Oliva Sabuco de Nantes y Barrera, y dedicada al Rey Felipe II, con una deliciosa carta en que doña Oliva, desposada en 1580 con Acacio Buedo, se presenta como humilde sierva de su Católica Majestad, rogándole que, como caballero de alta prosapia, favorezca a las mujeres en sus aventuras.

La Nueva filosofía de doña Oliva quiere ayudar a los hombres a conocerse a sí mismos, indagando y reflexionando sobre las causas naturales que hacen al hombre crecer y conservar la salud, o decrecer, enfermar y morir prematuramente. Para ello echa mano de Plinio, de Platón y de otros autores clásicos, a los que ensaya armonizar coherentemente con la patrística y la sabiduría bíblica.

La tesis central de esta obra, desarrollada, a la manera socrática, en diálogos, sostenidos por pastores filósofos, es que el orden o el desorden afectivo de la mente producen efectos físicos beneficiosos o enfermedades. Afirma así una estrecha dependencia entre la mente y el cuerpo, entre el cerebro o raíz del organismo, y sus miembros, a los que compara con las "ramas" de una especie de árbol del revés. El hombre es un microcosmos y un espejo de la complejidad del universo; no un Dios, razón por la cual debe evitar la soberbia; ni un animal, motivo por que debe aprender a controlar sus afectos.

El Forum Oliva Sabuco de Castilla-La Mancha y la Sociedad Oliva Sabuco de España, tienen su dirección en el siguiente enlace. Donde de manos del profesor de filosofía Ricardo González, podremos conocer "El enigma sabuco".

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